Hai algo tan extraordinario como ler un poema
e que non só lle afecte a túa intelixencia senón a todo o teu ser, a túa carne e ao teu sangue;
e é que alguén che lea un poema e que non só afecte a túa intelixencia senón a todo o teu ser, a túa carne e ao teu sangue.
O cine ofréceche a posibilidade de que isto che aconteza, nesta ocasión con Robin Williams recitando a Wat Whitman na película El club de los poetas muertos, dirixida por Peter Weir.
Oh Mi yo...Oh, Vida...
(Walt Whitman)
¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven,
del desfile interminable de los desleales, de las
ciudades llenas de necios,
de mí mismo, que me reprocho siempre (pues,
¿quién es más necio que yo, ni más desleal ?)
de los ojos que en vano ansian la luz, de los objetos
despreciables, de la lucha siempre renovada,
de los malos resultados de todo, de las multitudes
afanosas y sórdidas que me rodean,
de los años vacíos e inútiles de los demás, yo
entrelazado con los demás,
La pregunta, ¡Oh, mi yo!, la pregunta triste que
vuelve ¿qué de bueno hay en medio de estas
cosas, Oh, mi yo, Oh, vida?
Respuesta:
Que tú estás aquí, que existe la vida y la identidad,
Que prosigue el poderoso drama, y que tú
puedes contribuir con un verso.