Unha fuxida da rutina cara un frío polar que nos quenta a alma.
Canta Cristina Quesada, con dozura.
Infinitas abidueiras, de fermosura incomparable no Pedregal de Irimia. |
Cuando pesen demasiado la rutina,
el trabajo y la vida en la ciudad,
nos iremos en un viaje infinito,
con esa tonta sensación de libertad,
hacia el fondo de ese mundo
del que me has hablado tanto,
paraíso de glaciares y de bosques polares,
donde miedos y temores se convierten en paisajes
de infinitos abedules, de hermosura incomparable.
Dibujamos sobre un mapa imaginario
autopistas de gran velocidad.
Nos invade una ilusión desconocida
y nuestra única intención es avanzar
hacia el fondo de ese mundo,
del que me has hablado tanto,
paraíso de glaciares y de bosques polares,
donde miedos y temores se convierten en paisajes
de infinitos abedules, de hermosura incomparable,
donde siempre te querré.
Está claro que Meira é un pobo moi bonito. Preciosa imaxe a do Pedregal está demostrado que a maxia que ten a segue mostrando ata en fotografía. Grazas por moatrarnos esta imaxe nevada, da ganas de ir pasar un bo anaco!! Saúdos
ResponderEliminarXa sabes, se che pesa demasiado a rutina, ven a este paraíso polar e verás...
ResponderEliminarMeira é unha vila de verdade que figura nos mapas imaxinarios...
Búscanos.